Con estas palabras quiero plasmar una idea que planea con fuerza sobre mi cabeza en los últimos meses respecto a nosotros aquí, ahora y mañana. Y no hablo del fin del mundo en 2012 🙂 Es una idea especialmente optimista sobre los momentos en los que vivimos y los retos que encaramos en este periodo de intensos cambios. A todo esto, no querría que mi discurso pareciera demasiado simplista, insensible o ingenuo y por ello quiero empezar reconociendo lo evidente: la crisis de los mercados y de los bancos azota duramente a muchos de nosotros, una crisis económica, política y social, que se ha convertido en un terremoto sobre nuestro modo y estilo de vida.
Estamos viendo como aquel estado padre, también hipotecado, se vuelve inoperante y ya no nos asegura ciertos derechos básicos de nuestra anhelada sociedad del bienestar… y como siempre aquellos más vulnerables son las verdaderas víctimas de esta historia. Y si todo esto no os ha quedado claro nada más tenéis que encender la televisión unos segundos, un electrodoméstico que no falta en ningún hogar. Los medios de comunicación en general (con pocas excepciones), presos de la aproximación que hacen al periodismo y a su función social, nos nublan y ennegrecen la vista y nuestro futuro, nos muestran la tragedia y nos la inyectan en vena con todo su morbo y con una dudosa ética. Y los telenoticias nos muestran su versión más negativa, melancólica y catastrofista de la sociedad en la que vivimos… los medios están también en crisis entiendo.
Mi profunda convicción es que no debemos dejar que nos inyecten el veneno paralizante de la negatividad y la depresión. Entre otras cosas porque no es la verdad, o al menos no es ni mucho menos la única verdad. Nuestras mentes no están en crisis sino más bien todo lo contrario! Hoy más que nunca nacen, crecen y se reproducen infinidad de proyectos desde todos los sectores de nuestra sociedad que apuestan por nuevos valores y nuevas formas de relación social corresponsable con el bienestar de todos.
Existen varios proyectos en marcha en nuestro país que pretenden organizar e implantar una economía sostenible y viable para todos (http://www.youtube.com/watch?v=U4tL4eS–XM). Existen proyectos innovadores que nos aportan alternativas sobre nuestro consumo (http://www.consumocolaborativo.com) y nos ilustran sobre todo lo que podemos hacer y compartir promoviendo un consumo lleno de sentido (http://www.consumocolaborativo.com/directorio-de-proyectos). También existen infinidad de emprendedores que crean empresas hoy con nuevos valores y nuevos objetivos (http://www.youtube.com/watch?v=5Umq7Dz-HLk&feature=relmfu) o (http://www.hermeneus.es/Cuenta?AskCP=1) .O bien empresas que cambian de plan y adoptan estrategias mucho más solidarias y empoderadoras de la comunidad (http://vimeo.com/50443965) o bancos que crecen notablemente con otras perspectivas y ambiciones (http://www.triodos.es/es/particulares/). Iniciativas ciudadanas que anhelan una política más participativa y democrática (http://www.democraciarealya.es/). Iniciativas que nos recuerdan lo importante que son nuestros mayores y lo mucho que podemos aprender de ellos (http://www.iaioflautas.org/el-nostre-manifest/#castellano). Y multitud de plataformas en la web 2.0 que presentan y discuten en general todas estas iniciativas (http://www.facebook.com/TalentoSocialEnMarcha).
Así pues, las personas estamos en marcha y ya hemos iniciado el camino hacia una sociedad mejor para todos, mucho mejor que la anterior. Estoy convencido que en breve miraremos hacia atrás y daremos las gracias a esa terrible crisis que pasamos durante aquellos años, gracias por corresponsabilizar a todos y cada uno de nosotros con el bienestar de todos, gracias por hacer del dinero un medio para la felicidad de las personas, y en definitiva, gracias por empujarnos a transformar nuestros valores y a construir una sociedad más justa.
Y pasado el solsticio de invierno de 2012, puede que la noche más larga en muchos años, nos sentaremos en la mesa con nuestra gente a celebrar las fiestas de Navidad, tal vez con menos marisco y menos cantidad de regalos caros, pero tal vez con más sentido que nunca sobre lo que es realmente importante. Cuando el dinero se va, quedamos nosotros… el mejor de los regalos. Felices fiestas a tod@s!